El año 1903 marca el ascenso al gobierno de José Batlle y Ordóñez, en su primera presidencia, marcando un mojón en la historia de nuestro país, ya que el comienzo del siglo XX trajo un presidente que pretendía incorporar cambios profundos, que se conocerán como la segunda modernización del país.
Sin embargo el primer año de su gobierno tuvo que enfrentar uno de los problemas que eran comunes en el Uruguay de la época: las revoluciones de los nacionalistas, aglomerados en torno a su caudillo, Aparicio Saravia.
Durante el siglo XIX el país estuvo muy dividido entre los presidentes, del Partido Colorado, radicados en Montevideo, y los blancos o nacionalistas, que dominaban la campaña, siguiendo a Saravia, quién desde su Estancia "El Cordobés", mantenía un liderazgo muy fuerte sobre la población rural que lo idolatraba.
En él se plasmaban las ideas de "limpieza electoral" (elecciones limpias), y la participación de las minorías en el gobierno, que no estaba establecida en la Constitución, y por lo tanto, cuando surgía el menor problema con el gobierno, aparecía la revolución como el único mecanismo para hacerse oír.
Además, el "pobrerío rural", con poca o nula instrucción, sólo seguía sus instintos, y la personalidad de Saravia, su carisma de caudillo, los atraía, uniéndose así a las revoluciones, que les brindaban las posibilidades de realizar lo que les gustaba, se sentían libres, comían en abundancia, y usaban sus armas sin problemas.
Los conflictos armados terminaban con Pactos entre blancos y colorados, para dar la participación política que la Constitución no preveía. Un ejemplo es el Pacto de la Cruz (1897), firmado pocos años antes de asumir Batlle donde se repartieron las jefaturas de los departamentos, dando representación a los blancos.
1903 y la firma del Pacto
Recordemos los motivos de este alzamiento, basándonos en el historiador Benjamín Nahum:
Apenas asumido el gobierno, José Batlle y Ordóñez, designó, junto a otras autoridades, a los Jefes políticos Departamentales. Quiso retribuir al grupo parlamentario de Eduardo Acevedo Díaz. que lo había apoyado para lograr llegar a la presidencia, con dos de las seis Jefaturas Políticas que el Pacto de la Cruz le había otorgado al Partido Nacional. Este, que había expulsado al grupo de Acevedo Díaz de las filas partidarias sintió que se había violado el Pacto y el 16 de Marzo Aparicio Saravia se alzó en armas.
Recién instalado en el gobierno, Batlle no quiso enfrentamiento y los mediadores José pedro Ramírez y Alfonso Lamas sellaron el 27 de Marzo de 1903 un acuerdo aquí, en Nico Pérez.
En él se establecía que las jefaturas de cinco departamentos serían provistas por el poder Ejecutivo previa consulta con el Directorio del Partido Nacional. La de San José, con un blanco, pero sin intervención de la autoridad partidaria. Este acuerdo solo regiría durante la presidencia de Batlle y Ordóñez. Parece haber existido además un convenio verbal según el cual el gobierno se comprometió, decían los blancos, a no enviar fuerzas militares a los departamentos nacionalistas.
Este pacto fue una tregua, durante la cual ambas partes se armaron y prepararon para un enfrentamiento inevitable: ni el gobierno de Batlle y Ordóñez, quería seguir tolerando la división del poder político entre Montevideo y la estancia el Cordobés (residencia del caudillo), ni el Partido Nacional estaba dispuesto a permitir que se le siguiera dejando fuera del gobierno por el fraude electoral.
Luego de varios días de firmado el Pacto, el 28 de Marzo, Saravia convoca a sus hombres a un desfile aquí, en Nico Pérez, que quedó registrado por el periodista Roberto J. Payrós, del Diario La Nación de Buenos Aires.
Saravia pasó revista a sus tropas, quienes acataban la orden de su caudillo, lo que sellaba la Paz firmada y evitaba así la revolución. En Ruta 7 y Giannarelli, se encuentra una placa que recuerda este hecho, en el lugar aproximado donde se reunió el ejército revolucionario para iniciar el desfile.
Sin embargo el primer año de su gobierno tuvo que enfrentar uno de los problemas que eran comunes en el Uruguay de la época: las revoluciones de los nacionalistas, aglomerados en torno a su caudillo, Aparicio Saravia.
Aparicio Saravia |
José Batlle y Ordóñez |
Además, el "pobrerío rural", con poca o nula instrucción, sólo seguía sus instintos, y la personalidad de Saravia, su carisma de caudillo, los atraía, uniéndose así a las revoluciones, que les brindaban las posibilidades de realizar lo que les gustaba, se sentían libres, comían en abundancia, y usaban sus armas sin problemas.
Los conflictos armados terminaban con Pactos entre blancos y colorados, para dar la participación política que la Constitución no preveía. Un ejemplo es el Pacto de la Cruz (1897), firmado pocos años antes de asumir Batlle donde se repartieron las jefaturas de los departamentos, dando representación a los blancos.
1903 y la firma del Pacto
Recordemos los motivos de este alzamiento, basándonos en el historiador Benjamín Nahum:
Apenas asumido el gobierno, José Batlle y Ordóñez, designó, junto a otras autoridades, a los Jefes políticos Departamentales. Quiso retribuir al grupo parlamentario de Eduardo Acevedo Díaz. que lo había apoyado para lograr llegar a la presidencia, con dos de las seis Jefaturas Políticas que el Pacto de la Cruz le había otorgado al Partido Nacional. Este, que había expulsado al grupo de Acevedo Díaz de las filas partidarias sintió que se había violado el Pacto y el 16 de Marzo Aparicio Saravia se alzó en armas.
Recién instalado en el gobierno, Batlle no quiso enfrentamiento y los mediadores José pedro Ramírez y Alfonso Lamas sellaron el 27 de Marzo de 1903 un acuerdo aquí, en Nico Pérez.
En él se establecía que las jefaturas de cinco departamentos serían provistas por el poder Ejecutivo previa consulta con el Directorio del Partido Nacional. La de San José, con un blanco, pero sin intervención de la autoridad partidaria. Este acuerdo solo regiría durante la presidencia de Batlle y Ordóñez. Parece haber existido además un convenio verbal según el cual el gobierno se comprometió, decían los blancos, a no enviar fuerzas militares a los departamentos nacionalistas.
Este pacto fue una tregua, durante la cual ambas partes se armaron y prepararon para un enfrentamiento inevitable: ni el gobierno de Batlle y Ordóñez, quería seguir tolerando la división del poder político entre Montevideo y la estancia el Cordobés (residencia del caudillo), ni el Partido Nacional estaba dispuesto a permitir que se le siguiera dejando fuera del gobierno por el fraude electoral.
Luego de varios días de firmado el Pacto, el 28 de Marzo, Saravia convoca a sus hombres a un desfile aquí, en Nico Pérez, que quedó registrado por el periodista Roberto J. Payrós, del Diario La Nación de Buenos Aires.
Saravia pasó revista a sus tropas, quienes acataban la orden de su caudillo, lo que sellaba la Paz firmada y evitaba así la revolución. En Ruta 7 y Giannarelli, se encuentra una placa que recuerda este hecho, en el lugar aproximado donde se reunió el ejército revolucionario para iniciar el desfile.
Organizándose para el desfile |
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