jueves, 26 de marzo de 2009

Tercer año - El Capitalismo

El propósito del capitalismo es la obtención de la mayor cantidad posible de beneficios; su método: la libre competencia. Su espíritu, la iniciativa privada.
Algunas características:
Busca el beneficio particular con preferencia al servicio de la comunidad
Economía monetaria y valorización del éxito social en términos de dinero
Libre oferta y demanda
Acumulación de grandes cantidades de dinero para su inversión en empresas de negocios.
Existencia de un mercado libre para la venta de las mercancías.
Presencia de un mercado suficiente del trabajo donde procurarse los trabajadores necesarios.
Sistema de crédito adecuado a las necesidades de la época
Desenvolvimiento completo de la vida comercial al.
Orígenes y desarrollo
Desde fines de la Edad Media (siglos XIII y XIV) hasta el siglo XVIII se desarrolló el capitalismo comercial, proveniente de la inversión de capitales en operaciones comerciales a larga distancia realizados por compañías de comercio.
Luego apareció el Capitalismo industrial también basado como el anterior en el capital de un individuo, de una familia o de varios asociados que se reparten los beneficios y los riesgos de la empresa.
En el Siglo XIX con el desarrollo de la industrialización, fue necesario reunir capitales más importantes surgiendo así el
Capitalismo monopólico:
A mediados del siglo, se hace indispensable recurrir a millares de ahorristas quienes con su capital contribuyen a la compra de partes o acciones de una empresa en crecimiento.
Cada accionista puede comprar una o varias acciones por lo tanto se vuelve copropietario de la empresa junto a otros accionistas, que forman en su conjunto las Sociedades Anónimas. Estas permiten aumentar el capital a través de estos pequeños inversores que arriesgan sólo el dinero invertido en esta empresa y no todos sus bienes.
La acción le da cada año dividendos, es decir ganancias o pérdidas proporcionales al número de acciones que posea y de la situación económica de la empresa.
Estas acciones se venden y compran en las Bolsas de Valores.
Cuando varias empresas deciden unirse o asociarse para crecer buscando nuevos capitales, estamos hablando del Capitalismo monopólico. O sea que el monopolio se forma por la absorción de pequeñas empresas o industrias donde una o varias controlan el mercado, fijando a su voluntad los precios y los beneficios.
Desarrollo del capitalismo financiero:
A medida que crecía esta agrupación de empresas, también se produjo una concentración financiera: los bancos se especializaron, no solo prestaron dinero y emitieron moneda sino que realizaron inversiones en la industria, comprando acciones ellos también, llegando así a controlar la dirección de algunas empresas. Cuando los capitales de bancos e industrias se fusionan surge el llamado Capitalismo Financiero, que controla la vida económica de los estados y actúa a nivel internacional, realizando préstamos a países extranjeros.

lunes, 23 de marzo de 2009

3er año - El difícil proceso de consolidación nacional en el siglo XIX

Este período es calificado como “el difícil proceso de consolidación nacional”
y se refiere, en términos generales, a la casi totalidad del siglo XIX, de 1830 al novecientos inclusive. Es una parte importante de todo el proceso político del siglo XIX que va desde la aprobación de la primera Constitución hasta el fin de las guerras civiles. Este proceso, entre otros aspectos, caracteriza este siglo.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que este azaroso principio en sus principales características, no es privativo de nuestro país sino que, con sus lógicas particularidades, es común al resto de los países de América Latina.
Un historiador argentino de gran valía como Tulio Halperin Dongui ha calificado este tramo histórico de América Latina como “la larga espera”. Este historiador contemporáneo ha denominado de esta manera la prolongada etapa de luchas políticas internas y externas casi permanentes. Estos enfrentamientos ponían de manifiesto una gran inestabilidad que hacía dudar del futuro de estas sociedades como naciones independientes. Esta inestabilidad en parte se explica porque en este período se vivieron las contradicciones de una dominación u organización que moría (la colonización española) y otra que pugnaba por nacer (la criolla y luego nacional).
La situación casi permanente de fragilidad política fue la forma más notoria en que estos estados nacientes manifestaron la permanencia de conflictos no solucionados que, en su mayor parte, eran heredados del período colonial y de las luchas de Independencia. (Guía de 3° unidad 1)

3er año - CONSECUENCIAS DE LA GUERRA GRANDE


Entre las consecuencias de la Guerra Grande. destacamos:
Por una parte, la dimensión identitaria que permitió a los orientales reconocerse como interlocutores clave para lograr la paz;
Por otra, los primeros intentos de elaboración de un diagnóstico de la realidad oriental y de esbozo de los primeros proyectos nacionales.
Las dificultades de arraigar una práctica política republicana y de generar las bases de una vida política pacífica, donde se legitime el consenso y se genere el diálogo. Será necesario esperar casi hasta las primeras décadas del siglo XX para que se produzca y afiance un proceso de construcción de un modelo realmente democrático.
En ese contexto, la situación de desastre derivada de la Guerra Grande estimuló, en el sector de los doctores, una violenta reacción contra los partidos nacientes y la propuesta de su eliminación de la política del país, porque los responsabilizaron por el conflicto. Tal vez, la expresión más cabal de esa posición sea la de Andrés Lamas, joven integrante del Gobierno de la Defensa, que en 1855 dirige un “manifiesto” a sus compatriotas en uno de los textos políticos capitales del siglo XIX y del que transcribimos algunos fragmentos:

MANIFIESTO DE ANDRÉS LAMAS
"Primero que todo preguntémonos: ¿qué representan esas divisas blancas y esas divisas coloradas? Representan las desgracias del país, las ruinas que nos cercan, la miseria y el luto de las familias, la vergüenza de haber andado pordioseando en dos hemisferios, la necesidad de las intervenciones extranjeras, el descrédito del país, la bancarrota con todas sus más amargas humillaciones, odios, pasiones, miserias personales.
¿Qué es lo que divide a un blanco de un colorado? Lo pregunto al más apasionado, y el más apasionado no podrá mostrarme un solo interés nacional, una sola idea social, una sola idea moral, un solo pensamiento de gobierno en esa división…”

“Los ponchos y las galeras”
…Colorados y blancos constituyeron dos conglomerados simétricos, dos “sociedades” que reproducian en su seno los conflictos económicos, sociales y culturales del país en su conjunto… las masas rurales de la campaña (carne de cañón en las cuchillas) se sentían con frecuencia, defraudadas por los doctores de galera y levita de sus respectivos partidos, pocas veces vistos en los campos de batalla y siempre presentes a la hora de los acuerdos y los repartos. Y los caudillos, sus representantes naturales, podían, llegado el caso, salvar hasta una rivalidad personal, para “conversar” en defensa de los intereses de su gente, con el caudillo adversario en el “pago” pero víctimas también, en su partido, de los manejos de los doctores de la ciudad. El “doctor” blanco y el “doctor” colorado, adversarios en política, se sentían muchas veces más afines entre sí que con sus respectivas masas partidarias…” José de Torres Wilson, Diez ensayos sobre historia uruguaya

3er año - LA GUERRA GRANDE 1839-1851

“Al decir de Pivel Devoto, la Guerra Grande fue un drama ligado a la configuración de las nacionalidades en el Plata, drama en cuyo planteamiento se discutieron las fronteras entre los estados, la navegación de los ríos, y la defensa de nuestras débiles soberanías ante el avasallante intervencionismo franco-inglés.

Vista desde diversos ángulos, ha sido definida como la lucha internacional entre la América española y la Europa industrial; pugna rioplatense, entre tendencias nacionalistas y autoritarias enfrentadas con tendencias extranjerizantes y liberales, entre federales y unitarios en Argentina; blancos y colorados en el Estado Oriental; intentos hegemónicos tendientes a la reconstrucción del virreinato de Buenos Aires, y combate por sobrevivir del Uruguay y Paraguay.
Utilizando un esquema tan simplista como poco científico, pero muy efectivo como arma de combate, habría sido también una contienda entre la civilización (la ciudad) y la barbarie (la campaña), según uno de los protagonistas literarios de la época: Domingo Faustino Sarmiento.

Lo que comenzó por ser un conflicto de bandos entre Oribe y Rivera en el Estado Oriental, se transformó con la caída de Oribe (octubre de 1838) en guerra internacional.

Ello tuvo una primera consecuencia: desdibujó lo que, en verdad, nunca había estado delimitado, con precisión, los partidos políticos orientales. Según expresión feliz, los internacionalizó. Lo propio sucedió en la Argentina. Los habitantes de ambas naciones se sintieron primero blancos o colorados, federales o unitarios, antes que orientales o argentinos.
De ello no debe deducirse, empero, que el sentimiento nacional no existiera. El argumento más utilizado por todos los bandos fue el que los contrarios los traicionaban, prueba indiscutible de su vigencia.
Pero de la internacionalización de los partidos cabe deducir que ese sentimiento estaba todavía en proceso de formación, como que los partidos llegaron a existir primero que las naciones.”

BARRÁN, J. P. (1974: 5-6), El apogeo del Uruguay pastoril y caudillista.
Montevideo. Banda Oriental.